Aquí Rebeca.
Ernesto hoy me deja pasarme por aquí para anunciar algo que llevo preparando pues… cuando todo el mundo estaba de vacaciones, mojito en mano: en pleno agosto.
Aunque estoy segura que no era la única con el portátil debajo del brazo todo el día.
Ha llegado el momento.
Septiembre.
La vuelta al cole a la rutina del emprendedor, a vender, a hacerle más caso a tu lista que estaba algo abandonada, o a ponerte al día en lo que has estado dejando para “cuando vuelvas”.
Después de revisar tu estrategia, las publicaciones que han ido mejor, ponerte manos a la obra con ese calendario para tus posts…
Resulta que no era un pis pas y se acabó.
Pero en la lista de quehaceres de la vuelta a la rutina, estoy segura que no te has preguntado:
«¿Cómo va mi marca personal?»
Normal.
No es una pregunta que te surja todos los días.
O que pienses en ello a todas horas.
Pero, venga, no me mientas, que sé que a veces sí que te vienen los celos al ver a otros que lo están petando, que tienen un posicionamiento impresionante y que su presencia online es im-pecable.
¿Qué tengo que ver yo en todo este sarao?
Pues vengo a hablarte de cómo habla tu marca.
(Wait. What?)
Identidad Verbal.
Lo que se nota, pero no se trabaja.
Lo que engancha, pero no se trabajas.
Lo que hace que te reconozcan… pero no la trabajas (lo suficiente).
Así que el santo que me ha tocado en septiembre es el de San Seacabó.
Se acaban todas esas marcas personales con colores y posts preciosos, pero sin una pizca de personalidad en sus textos.
Y para eso, tu voz de marca, tus tonos… tu personalidad (de marca, de marca), juegan un papel clave.
Tan clave que cuento todo lujo de detalles en este vídeo…
Rebeca Abelenda