En 2010 me despidieron del que pensaba que era el trabajo de mi vida.
Hacía tan solo unos meses había firmado una hipoteca con el banco para poder comprar un piso en Barcelona. Sí, en plena burbuja inmobiliaria.
Por si fuera poco, los meses siguientes al despido mi relación amorosa de muchos años se desgastó. A ella también le dieron la tan famosa “patada laboral” y se vino al paro conmigo.
Poco a poco, la situación se volvió insostenible y acabamos separándonos.
Ante tal panorama solo había una salida posible: la reinvención.
Reinvención desde el interior, apostando fuerte por el desarrollo personal.
Y reinvención hacia el exterior. Un cambio de rumbo en mi vida profesional.
Empecé a formarme en marketing digital y en copywriting. Quería pasar de ser periodista, lo que desde hacía 10 años había sido, a ser copywriter.
El cambio no era fácil. Suele suceder cuando queremos alcanzar metas importantes.
Pero fue, es y seguirá siendo un proceso fascinante.
Cambiar es experimentar, es crecer.
A pesar de que en las dos profesiones la escritura es una pieza fundamental, debía empezar de cero. Tenía que formatear una parte de mi disco duro para pasar de escribir para informar a escribir para convencer. De redactar piezas periodísticas a escribir textos seductores orientados a la venta.
Y al tiempo vino lo mejor de todo: junté copywriting y desarrollo personal. Creé mi propia receta. Había encontrado la fórmula del éxito. La de mi propio éxito.
Estaba decidido: quería enseñar copywriting a los profesionales del cambio.
Ayudar a coaches, psicólogos, nutricionistas, terapeutas y demás profesionales del bienestar a conectar con las personas que realmente necesitan su ayuda.
Actualmente estamos viviendo una revolución del coaching. Las escuelas de formación están repletas mientras, paralelamente, se suman personas de escasa credibilidad que se autoproclaman coaches.
Y he observado que muchos profesionales de verdad, sobretodo los que empiezan a hacerse un hueco en Internet, necesitan aprender a:
- Construir una Propuesta de Valor convincente.
- Encontrar su propia voz para diferenciarse de la competencia.
- Especializarse en un área del desarrollo personal.
- Escribir textos estratégicos para atraer, seducir y fidelizar a su audiencia.
- Vender sus primeros servicios y productos en Internet.
- Establecer relaciones auténticas con sus suscriptores para ayudarles y aportarles valor real.
- Contar su propia historia para conmover a sus futuros clientes, entre muchas otras cosas.
Precisamente sobre éste último punto, el de contar historias conmovedoras, voy a hablarte en el post de hoy.
¿Quieres saber cuál es la fórmula que utilizan los coaches exitosos para conectar emocionalmente con su audiencia?
Prepárate una taza de té, bien calentita, y sigue leyendo.
Solo un avance: hoy voy a contarte buena parte de lo que sé sobre storytelling.
¿Qué es el Storytelling?
Storytelling es una palabra inglesa que significa “narrar una historia”. En marketing digital la historia en cuestión se utiliza para establecer un vínculo emocional entre la marca y el lector (futuro cliente en el mejor de los casos).
El lector centra su atención en una historia conmovedora y no en el servicio o producto que vende la marca, la empresa o el profesional que la cuenta.
Pero el arte de contar historias no es actual, es milenario.
Imagina por un momento que te encuentras hace muchos, muchísimos años con un grupo de personas alrededor de una gran hoguera. Un hombre cuenta cómo por la mañana ha salido a cazar y se ha enfrentado a un tigre en el bosque. Al ver que el tigre se dirigía hacia él, se ha subido a un árbol en el que ha estado durante muuuuuucho rato.
Tú, como los demás presentes, escuchas boquiabierto la fascinante historia que está contando el cazador. Esto es storytelling.
Las historias nos atrapan, como lo hacían las pinturas rupestres de la época prehistórica.
¿Por qué debes usar el storytelling en tu negocio digital?
Todas las personas, todos los proyectos y todos los negocios tienen una historia detrás.
Nadie es igual a nadie. Quizá piensas que tu historia no es especial, pero voy a decirte una cosa: es única. Y por supuesto, también es especial.
Todos tenemos una aventura fascinante que contar a los demás. Una experiencia que ha permitido aflorar un aprendizaje.
Tu negocio del bienestar debe reflejar aquello que te mueve: tu propia historia, tus valores y tu identidad.
Contando tu historia vas a humanizar tu marca. Pero, además, vas a conseguir empatizar con tu audiencia.
Repasemos los principales beneficios de usar el storytelling como profesional:
- El storytelling te diferencia de la competencia, te hace único
- El storytelling te conecta directamente con las emociones de tu lector. Recuerda que, como he dicho en otras ocasiones, los humanos compramos en base a nuestras emociones y justificamos la compra con la razón.
- El storytelling te convierte en el héroe de la historia
- El storytelling deja a tu cliente en cierto suspense (quiere saber más), como hacen los capítulos de las series de más éxito. ¿Te suena Juego de Tronos?
- El storytelling acepta múltiples canales: texto, vídeo, audio, email…
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¿Con qué elementos armamos una buena historia?
Lo primero es conocer los actores que conforman una buena historia. Las películas son un gran ejemplo de lo que te voy a contar.
Drama: una buena historia necesita un conflicto y una resolución. Después del misterio aparece la revelación. El personaje de la historia, tú, debe contar abiertamente su problema. Superando una serie de contratiempos, con altos y bajos, finalmente el protagonista se convierte en un héroe. En un ejemplo a seguir.
Cercanía: cuanto más familiar y cercana sea la historia, más poderoso será su efecto. Intenta que el lector se identifique contigo, al menos en algún momento del relato.
Simplicidad: una narración simple es muy poderosa. Elimina todo lo que no sea necesario en la historia.
Veracidad: la historia, obviamente, debe ser verdadera. Puedes incluir alguna pequeña licencia poética para aumentar el drama, si cabe. Pero los hechos que cuenten deben ser ciertos. De lo contrario, perderás credibilidad como profesional.
Héroe: si quieres que se sumerja en la historia que cuentas, el lector debe identificarse con la situación a la que se enfrenta el protagonista. Ha de comprobar que el narrador supera los desafíos. Pero no dejes todos los cabos atados, deja alguno suelto. Así, el lector los unirá por sí mismo y se involucrará todavía más en tu historia y se sentirá inteligente. Este último aspecto reforzará sus sentimientos positivos acerca de tu marca.
Confianza: el lector debe confiar en el narrador. Cada lector leerá o escuchará tu historia desde su prisma, desde la percepción subjetiva que tiene sobre ti. Por este motivo es esencial que labres una relación de confianza con tu audiencia.
Ok, llegados a este punto… sé lo que estás pensando. “Ernesto, esto del storytelling está muy bien, pero… ¿Cómo demonios lo aplico en mi negocio? ¿Cómo escribo historias que derrochen emociones?
No eres copywriter, pero sabes contar historias. ¿Verdad?
Venga, vamos a intentarlo.
Es la hora.
Pasemos a la práctica….
…O mejor, esperemos un poco.
Sí, voy a dejarte con ganas de más.
La semana que viene pasaremos a la práctica.
Lo sé, es como si acabara de morir «el Rey en el Norte» y el pueblo se quedara en estado de shock. ¿Y ahora qué? Pues ahora toca esperar al próximo capítulo.
Prometo volver.
Nos vemos el miércoles que viene, pero si quieres que te avise personalmente (y de paso aprender las mejores técnicas de copywriting conmigo), apúntate ahora a mi lista de correo.
Es tu turno.
¿Cuál es tu historia? ¿Te animas a contarla aquí? Me encantaría leerla en los comentarios.
¡Guau Ernesto! Esto del Storytelling realmente engancha.
¡Sin duda no puedo perderme la segunda parte de este post!
¡Buen trabajo!